Pablo Alborán ha estado siempre en boca de todos pero, actualmente, lo está más aún. Y es que el cantante se han convertido en protagonista indiscutible, tras compartir la que podría ser, hasta la fecha, su publicación más caliente. Una captura que, a priori, no tiene nada extraño. Pero, si nos fijamos en los detalles, es muy reveladora y subida de tono. Tanto es así que incluso el cantante se ha visto obligado a retocarla.
Pablo Alborán presume de tributos El cantautor malagueño ha compartido, en su cuenta de Instagram, una fotografía dedicada a todos sus seguidores. Se trata de una captura, en tonos blancos y grises, en la que el músico sale de perfil, apoyado en una pared, mirando su móvil y enfundando en una ajustada camiseta gris y en un pantalón de sport. Una instantánea que ha compartido con el mensaje “Nunca dejo de leeros. ¡Feliz día familia!”, y que podría ser de lo más normal, si no fuera porque el ángulo de la foto es de la entrepierna para arriba. Un ángulo que, seguramente sin querer, destapa el descomunal tamaño de su paquete y, como no podía ser de otra forma, las redes se han vuelto completamente locas.
Por este motivo, y sin dar explicaciones al respecto, el cantante ha eliminado, a los pocos segundos, la publicación original y ha subido una nueva. Se trata de la misma fotografía pero con un recorte distinto. Tal y como ahora mismo se puede ver en su cuenta de Instagram, en la fotografía solo sale de cintura para arriba. Ni rastro de su entrepierna. ¿Se habrá avergonzado de haber enseñado tanto? ¿Le habrán colapsado sus seguidores el móvil con tanto mensaje?
Ha subido más fotos calientes
Esta no es la única foto, aunque la haya retocado a los pocos segundos, que Pablo Alborán ha compartido mostrando los atributos de su cuerpo serrano.
En agosto del año pasado, y para promocionar su gira de conciertos por España, el cantante andaluz publicó una fotografía, también muy incendiaria, en la que aparece dentro de una piscina, totalmente desnudo, tapándose sus partes con una mano y con la otra aguantando un cocktail. Pues nada, dicen que a la tercera va la vencida, ¿no?