Poco a poco los colaboradores de Sálvame están volviendo a su puesto de trabajo y normalizando sus vidas. La semana pasada regresó Mila Ximénez, también volvió a tomar el mando del programa vespertino la presentadora Paz Padilla y el lunes le tocó a Kiko Hernández. Se sinceró y contó como ha vivido estos meses confinados en su casa junto a sus hijas, su madre y la niñera.
La semana pasada, Sálvame venía anunciando que tenía información muy delicada que iba a salir este lunes 18 de mayo a la luz. El encargado de traer estas informaciones clasificadas no era otro que Kiko Hernández. El colaborador ha decidido volver a su trabajo tras pasar más de un mes confinado en su casa.
Kiko ha reconocido que esta pandemia de COVID-19 le ha afectado mucho emocionalmente, tanto que aseguraba que “si no me pongo guantes no tendría manos, me salía sangre de tanto lavarme” Y es que, nada más sentarse en el sillón, que tenían preparado para él, se frotó las manos con el gel hidroalcohólico que traía consigo, le faltaba el aire y tuvo que beber agua porque se le secó la boca. Tanto era el miedo interior del colaborador que le paralizaba cuando iba hacer la compra: “Iba y volvía sin nada porque no era capaz de bajarme del coche”, una dolencia que le llevó a “sentir hormigas en la cara”. Llamaba sus amigas como Mila o Belén Rodríguez para que le ayudarán con ese miedo psicológico.
Los motivos de su esperado regreso
Y es que, las tardes de Sálvame no eran las mismas sin el colaborador Kiko Hernández. Una persona que se ha encargado de meter caña a sus compañeros y razón por las que ha traído enfados y discusiones entre ellos.
Se sentó en el sofá y expuso como vivió esa situación que comenzó hacerse insostenible para el colaborador: “Recuerdo hasta cuatro noches sin dormir, fui al médico y me desplomé, terrible”. Por ese motivo, un día que salió al campo y pensó que había habido una invasión extraterrestre tomó la decisión de volver a su programa: “Pensaba que había una invasión extraterrestre, llamé a Alberto y le dije, me estoy volviendo loco, quiero volver ya”.
El terror por sus hijas
La vida del ex gran hermano cambió por completo cuando decidió ser padre en 2017 por gestación subrogada. Tiene dos hijas mellizas Abril y Jimena. Se desvive por ella y hasta cambió sus horarios de trabajo para pasar más tiempo con las pequeñas. En la revista Diez Minutos publicaron su portada en exclusiva presentando a sus hijas junto a sus dos compañeros y amigos, Mila Ximénez y su tocayo Kiko Matamoros. Hasta vendió su vivienda para comprar otra más cómoda para sus hijas, dando la vida por ellas, como haría cualquier padre o madre.
Es por eso, que al tener dos niñas pequeñas su miedo de multiplicaba y le aterrorizaba más cuando tenía que salir al exterior y volver de nuevo para estar con ellas “principalmente era por eso, por lo que lo estaba pasando muy mal” declaró. Confesó que montaba a sus hijas en el coche “me hacía 8 km alrededor de la manzana”. Esta situación es complicada y desesperada para los padres, que al ser tener hijos tan pequeños no llegan a comprender los riesgos de esta enfermedad y la prohibición de salir a la calle “¿cómo le explicas a un niño de 3 años que no podemos salir, que hay un coronavirus?” declaró.
Amenaza con abandonar el programa
La vuelta de Kiko no fue plato de buen gusto para algunos de sus compañeros, su regreso traía consigo muchos secretos ocultos del pasado y la afectada era Lydia Lozano dándola con el tema que más le duele. Con solo escuchar el nombre llora desconsoladamente, Ylenia Carrisi. El misterio hablaba de un polígrafo secreto que no se emitió. Lydia se sometió a ‘la máquina de la verdad’ hace 15 años sobre la polémica Ylenia Carrisi y Al Bano, cuando trabajaba en A tu lado. Ella no pudo contener la situación y amenazó con abandonar el programa si ese poli salía a la luz.